En 1959, bajo la dirección de Sadosky, fue creado el Instituto de Cálculo (IC) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, donde Guber asumió el rol de secretaria técnica. El IC fue el hogar de “Clementina”, la primera computadora destinada a investigación científica en tierras australes.

Sobre el notable crecimiento del instituto durante los años 60 y su relación con Sadosky, Guber recordó lo siguiente: “Después de 1955, Manuel pasó a ser profesor del curso de Análisis I y yo fui su jefa de trabajos prácticos. Cuando se creó el Instituto de Cálculo, Manuel me convocó para que fuera su jefa de operaciones. Fue una época de mucho trabajo y muy gratificante. Manuel trazaba las políticas y yo me ocupaba de que todo saliera como correspondía. Tenía que manejar un grupo de setenta personas”.

Renunció a esta  posición después de la «Noche de los Bastones Largos».  El IC se desmanteló casi hasta sus cimientos y el equipo de Sadosky —integrado por Guber, Juan Ángel Chamero y David Jacovkis, entre otros importantes científicos— renunció a sus cargos para fundar la consultora Asesores Científico Técnicos, con lo que se evitó que las líneas de investigación del instituto se discontinuaran. Asesores Científico Técnicos fue la primera empresa argentina orientada al desarrollo de software. Entre 1977 y 1983 vivió en Caracas donde tuvo un importante papel como asesora de la presidenta de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho una institución clave en la formación de científicos, tecnólogos y docentes superiores en los años del  primer boom petrolero de Venezuela.

En 1983, tras el regreso de la democracia, Guber acompañó a Sadosky en la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

Tuvo, también, una muy fructífera relación con la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), con la que colaboró de diversas maneras, entre ellas coordinando la edición anual de El Estado de la Ciencia. Llevó adelante el Programa ConCiencia, una iniciativa de alto impacto social y educativo de vinculación entre escuelas técnicas y agropecuarias y grupos de investigación del Consejo de Investigaciones Científicas CIC  de la Provincia de Buenos Aires.

Rebeca se destacaba por su rigurosidad profesional, su constancia y preocupación hasta por los detalles más mínimos, que se reflejaban en la calidad de sus trabajos. En ese sentido, fue una gran maestra para los jóvenes que colaboraron con ella. Tenía como mérito combinar esa rigurosidad profesional con una especial calidez personal que dejó una marca imborrable en quienes la conocimos. Y sin lugar a dudas fue un ejemplo de tenacidad y convicción  en un campo profesional y científico que ha sido muy hostil a las mujeres.  En su homenaje, una de las aulas del IC hoy lleva su nombre. Y en nuestros recuerdos Rebe sigue presente !!!

Jacovkis, P. M. (2018), Rebe Guber y su aporte a la informática y a la gestión científica en Argentina, en: